¿Qué monos son, verdad? Monísimos, pero vamos, monos monos, no son. Los lémures son primates eso sí, que es el gran grupo de mamíferos donde están también los pequeños titíes, los simios como los gibones o los mandriles (¡estos sí son monos!), y los grandes simios como los orangutanes, gorilas, chimpancés, bonobos y… el ser humano. Toda una serie de características hacen que los lémures sean fascinantes y únicos dentro del conjunto de los primate, e incluso de todo el reino animal.
¡Va de narices!
De todas las características diferenciales que existen entre las distintas especies de primates, los expertos han elegido una que sirve para dividirlas en dos subgrupos (o subórdenes): la nariz. Están los que tienen hocico y nariz húmeda, al estilo de perros y gatos, en los cuales no solamente las fosas sino todo el órgano de alrededor tiene la función olfativa, y muy desarrollada. Y luego están los que no tienen hocico, tienen un olfato menor, y tienen la nariz seca como la nuestra: o sea, los simios. Pues bien, los lémures son de nariz húmeda, así que no son ni monos ni simios. Las diferentes familias de lémures se pueden considerar prosimios, que quiere decir anteriores o previos a los simios, más por clasificación y desarrollo que por el momento en el que se produjo su evolución.
¿Familias?
¿A parte del anillado hay otros tipos de lémures? Sí, hay muchas especies de lémures, y el lémur de cola anillada, la especie más conocida, es sólo una de ¡más de 100! La taxonomía o clasificación actual es relativamente reciente y está en constante cambio, pues se siguen descubriendo nuevas especies lo que lleva a veces a replantearla y a hacer cambios en esa clasificación. Por lo tanto, otra cosa a tener en cuenta es que la superfamilia de lémures está compuesta por multitud de especies, cada una de ellas con características comunes pero, a menudo, con otras sorprendentemente diferentes.
Made in Madagascar
Los lémures son endémicos de la isla africana de Madagascar. Representa sin duda una de las características más determinantes y peculiares de estos animales. Endémico quiere decir que su aparición y evolución fue en la isla y, a día de hoy, sólo se encuentran en estado natural allí. Bueno, casi, pues dos especies de lémures también se encuentran en las cercanas islas Comoras (aunque posiblemente fuesen introducidas allí por el ser humano). Por supuesto, hay zoológicos y centros especiales por diferentes partes del mundo que tienen lémures, pero si quieres verlos en estado salvaje no tendrás más opción que ir a Madagascar. Una gran ventaja de vivir en esta isla es que no hay grandes mamíferos y no hay muchas especies invasoras, así que la competitividad por la supervivencia, en general, es baja. Pero cuidado hablamos de competidores, no de depredadores. ¡De estoy sí que hay!
De la punta de la nariz a la cola
Como decíamos tienen hocico y un olfato muy desarrollado. Su oído suele ser también muy bueno, con unas orejas de tamaño mayor o menor según la especie. Su vista, en cambio, no está tan desarrollada. Y son inexpresivos: su cara no refleja diferencias tanto si están contentos, tristes o asustados. Estas características los diferencia de los grandes simios. Los lémures entienden su entorno más por el oído y sobre todo por el olfato, en cambio animales como los chimpancés se mueven más por la vista. Los primates, y sobre todo los superiores, son muy expresivos y su estado de ánimo se ve reflejado en sus rostros. Eso sí, los lémures tienen unos ojos brillantes que llaman mucho la atención. ¡A veces dan hasta miedo!
Su pelaje, por todo el cuerpo incluida la cara, va desde simples tonos grises en algunos casos a variedad de colores en otros. Y por supuesto, tienen cola, generalmente larga, muy larga, de la longitud de su cuerpo o a veces más. Y una aclaración final, su cola no es prensil, o sea, no permite el agarre. Más bien les sirve para mantener el equilibrio o como reserva de grasa para cuando escasea la comida. No suelen presentar dimorfismo sexual y, machos y hembras suelen tener un aspecto similar. Y si hay diferencias suele ser con hembras un poco más grandes en tamaño.
Características en comunicación
Los lémures frotan partes de su cuerpo contra las ramas de los árboles (generalmente axilas y parte genital) para dejar un rastro oloroso. Esto comunica a los otros miembros cuál es su presencia o si están dentro de su territorio. También realizan unas vocalizaciones muy características, variadas y muy escandalosas, y así pueden comunicarse entre ellos para dar alarma por la presencia de un depredador, para seducir a una pareja o simplemente para avisar de dónde están porque se han perdido.
La vida colgado de un árbol
Están especialmente preparados para vivir entre los árboles: son arboreos o arborícolas. Sus manos y pies, como todos los primates, tienen pulgares y sus largos dedos de manos y pies están adaptados para agarrar las ramas. No tienen garras, tienen uñas, y están especialmente preparadas para funciones concretas como comer o acicalarse (rascarse).
Otra característica diferencial son sus extremidades: sus patas traseras o piernas suelen ser más largas y potentes que sus brazos. Esto los hace ser, en muchos casos, grandes saltadores, de manera que se pueden mover fácilmente de árbol en árbol: ¡vamos que están hechos unos verdaderos acróbatas del aire! Muy pocas especies bajan al suelo, pero si lo hacen pueden moverse también a cuatro patas o incluso de pie dando saltos como los canguros.
Pequeños y grandes
De alguna manera se pueden hacer dos grupos de lémures en función de su tamaño. Los hay muy pequeños con cuerpos de hasta diez centímetros (sin contar la cola) y con un peso de unos pocos gramos. Suelen ser menos ágiles y es más difícil verlos saltar de una rama a otra. Son mayoritariamente nocturnos y más solitarios que familiares. Algunas especies pequeñas entran en letargo durante la época de invierno y se pasan los días durmiendo. En algunos casos incluso pueden llegar a la hibernación. El tiempo de gestación es corto, y sus partos pueden ser múltiples y tener camadas de dos o tres pequeños.
Los grandes sin embargo, pueden medir más de medio metro (un metro o más contando la cola) y pesar hasta 6 kilos. Son diurnos, es más común que vivan en grupos, y sus partos, tras una gestación generalmente más larga, son de una sola cría.
Especies grandes y pequeñas han adaptado y han sincronizado la reproducción a los momentos de mayor abundancia de recursos. Todas ellas cuidan de cerca a sus retoños y si al principio los bebés lémur se agarran a sus adultos por delante, cuando se hacen un poco más mayores lo hacen por la espalda.
¡Menuda vidorra!
Los lémures suelen tener el metabolismo basal bajo, esto quiere decir que su cuerpo no genera suficiente energía para, por ejemplo, tomar temperatura. Por eso, una de las características de muchas especies diurnas es tomar el sol para entrar en calor, principalmente por la mañana. Son mayoritariamente herbívoros: suelen comer hojas pero también brotes, algunos frutos y a veces hasta flores. Algunas especies, sin embargo, también comen insectos o pequeños animales lo cual les convierte en omnívoros. Dada su alimentación, que a veces se compone de plantas con sustancias tóxicas, tienden a tener unas digestiones complejas y necesitan echarse la siesta (¡encima!). A pesar de la gran variedad de especies que hay en Madagascar no hay una gran competencia por el alimento, y grupos de especies diferentes pueden convivir en un mismo territorio (se pueden solapar) porque comen cosas distintas.
Mejor en compañía
Aunque algunos lémures son solitarios (sobretodo los de pequeño tamaño) la mayoría buscan a otros miembros de su especie para formar grandes familias, incluso de más de 20 individuos. En esos casos se aprecia, como una de las grandes características que los diferencia de los otros primates, una dominancia femenina donde son las hembras las que lideran al grupo. Pueden mostrarse muy agresivos ante otros lémures que se cuelan en su territorio, sobre todo si son de la misma especie, pero tampoco es raro ver que permiten el acceso a otros miembros. A veces pasa que gracias a esos momentos de intromisión se producen nuevas incorporaciones de lémures de la misma especie al grupo. No parece importarles compartir espacio con otros animales, incluso si son lémures pero de otra especie.
Cuando están juntos se acicalan mutuamente. A diferencia de los simios que usan sus manos para quitarse parásitos y rascarse, los lémures usan sus dientes ya que los tienen en una disposición que recuerda a un peine. Sobretodo los lémures de gran tamaño, cuando no están comiendo, durmiendo, tomando el sol o rascándose entre ellos, hacen una serie de cosas (perseguirse, empujarse, abrazarse…) que no se puede ver que sirva para algo concreto, por lo que los expertos han deducido que simplemente, juegan.
Ahora que conoces cómo son los lémures, cuáles son sus características generales y porque son tan interesantes, quizás quieras saber más y de forma concreta sobre las diferentes familias de lémures.